jueves, 4 de junio de 2009

En boca cerrada no entra mosca...


En boca cerrada no entra mosca... entonces contestenme ¿que pasa cuando uno camina tranquilo y por allá ve una gorgona a la que le salen larvas purulentas por cada orificio, mientras jala en las espaldas un arapo muerto y maloliente que le habla al oido cada noche y poco a poco va carcomiendo su panza y su mente, y hiede, y se queja pero lo disfruta, y le pide fiado al karma, mientras colecciona pedacillos de corazones de carton, encima de una pila de odios sin sentido, y rabietillas alquiladas, de los malsanos pajaros carroñeros que le rondan? ¿Estaba abierta la boca?

Pablo Perez Sibaja.